Los colores calientes: Anaranjados, amarillentos, granates, burdeos, morados intensos y los marrones rojizos, son estimulantes, despiertan emociones.
Los colores intensos y apagados tienen un componente gris que suaviza el color haciéndolo más discreto. Resultan difuminados, menos concretos, ayudan a soñar, a meditar.